El paradigma PDCA

6 febrero, 2013

En una web de autoayuda para consultores (¡todos necesitamos una!) leo las aplicaciones del modelo PDCA, que luego explicaré lo que es para el que no le suene. «La ‘metodología’ (sic) PDCA es de aplicación a la producción, la logística, los sistemas de información, los sistemas de calidad, la gestión de empresas, el marketing, la psicología y… todas las demás áreas.» O sea, es como el ungüento del tigre, lo que ya me parece sospechoso; además, la clasificación es inquietante y me recuerda una que copiamos aquí una vez.

Johannes Vermeer - El astrónomo. Fuente: Wikipedia - Licencia: dominio público
Johannes Vermeer – El astrónomo. Fuente: Wikipedia – Licencia: dominio público

Pero sí. El éxito del modelo Plan-Do-Check-Act es superior y menos discutido que la tectónica de placas, que debe ser igual de antigua. Deming (1900-1993), su principal divulgador, siempre otorgó su invención a Shewart (1891-1967), ambos físicos y estadísticos. (Deming, que luego se hizo orientalista y tuvo más éxito en Japón que en su país, EUA, era un tipo generoso, algo no siempre común en el mundo académico).

El modelo PDCA surgió a finales de los 1930 con la pretensión de introducir el método científico en el control estadístico que se usaba en los sistemas de producción industrial. Deming lo elevaba a los principios del razonamiento inductivo de Bacon (o sea, cuando la ciencia se basaba en la observación y todavía no existían las hipótesis, que yo creo que es una parte del problema). El modelo de Deming (o una simplificación no muy sofisticada) se hizo popular especialmente en los sistemas de gestión de la calidad de la manufactura y luego pasó a otros sectores, ciertamente a la gestión de proyectos y a los sistemas de información (PMBoK, ITIL o SDLC se reivindican sin ambages deudores de este paradigma).

1) Plan quiere decir establecer los objetivos, procesos y métodos que utilizaremos para hacer el proyecto y obtener unos determinados resultados y productos en el tiempo, coste y estándares de calidad acordados.

2) Do quiere decir ejecutar el proyecto de acuerdo con las especificaciones del Plan y recoger sistemáticamente datos (muchos) que nos servirán para realizar el seguimiento y examinar las variaciones.

3) Check quiere decir analizar los resultados y variaciones sobre el Plan y poder tomar medidas correctoras. (En su versión posterior y oriental, a Deming no le gustaba «check» y lo sustituyó por «study» o «analysis«).

4) Act es tomar decisiones y medidas correctoras a partir de los resultados del análisis. El modelo es circular, o sea que se trata de volver a planificar, etc.

La práctica de la gestión (para la bueno y para lo malo) es un poco más inocente que el método científico, y por lo tanto, este paradigma dominante en la gestión de proyectos durante los últimos 50 años no ha sido sometido de forma sistemática ni a la confirmación o falsación convencionales, ni mucho menos a los principios de la inferencia más robusta. Simplemente, se autoconfirma y no se discute.

Sin embargo, las experiencias de su desarrollo y aplicación práctica no parece que sean para sentirse orgullosos. Dejad que me autocite: «El enfoque tradicional y bien establecido de la gestión de proyectos, en las TIC y en cualquier otra cosa, se basa en la obsesión por la predictibilidad y el cumplimiento, soportados por liderazgos fuertes y documentación exhaustiva. Si definimos bien el alcance, si tenemos un buen plan y si todas las partes lo cumplen y nos dirige un buen jefe, el proyecto será un éxito. Pero lo es pocas veces.»

Y cuando esto pasa y pasa repetidamente, sería bueno que no culpásemos al cliente ni al jefe ni al plan ni al método, sino que en algún momento nos pusiéramos a revisar en profundidad los viejos paradigmas sobre los que hemos construido nuestras metodologías y nuestra práctica. Empezando por el ungüento del tigre.

Nota: La obra de hoy es «El astrónomo», pintada por Vermeer alrededor de 1668. Los retratos de científicos fueron un tema extrañamente popular a finales del siglo XVII y durante todo el XVIII. Y la obra, como casi todas las de Vermeer, es mágica.

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Autor / Autora
José Ramón Rodríguez
Profesor de Dirección de Sistemas de Información, Gestión de Proyectos y Business Intelligence de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC y consultor de empresas independiente.
Comentarios
jose-ramon rodriguez7 febrero, 2013 a las 12:30 pm

Algunos me habéis preguntado por qué ésto de poner cuadros y por qué la elección.
La primera respuesta es porque me apetece, me gusta el arte y a los editores les pareció bien.
Con la elección pasa un poco lo mismo, aunque a veces intento que tenga algo que ver con el tema o con la actualidad. Hay más pintura clásica porque la contemporánea no está casi nunca en el dominio público o no tiene licencia CC, y en ésto somos muy mirados.
Si pienso una respuesta más elaborada, ya sabéis que me gusta jugar con los contrastes y las paradojas. Me pareció que poner un punto artístico en un blog de ciencia y tecnología incorporaba esta disonancia, ese punto que te hace mirar las cosas de otra manera.
Decía Bracque, el pintor francés: «El arte inquieta; la ciencia asegura».

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Toni8 febrero, 2013 a las 9:24 pm

Hola José Ramón.

Me ha parecido muy interesante la reflexión que realizas entorno a una metodología que es muy utilizada en el entorno industrial y en el cual me veo inmerso día a día.
En parte por el rol que he desempeñado durante años en este setor y por mi afán de entender qué hay detrás de la puesta en práctica de los modelos conceptuales, siempre acaba centrando mi atención cómo el individuo; entendiéndolo como su parte racional y emocional, procura materializarlo.
Es decir, un modelo como el de PDCA resulta simple y fácil de entender; y así lo he constatado cuando en innumerables sesiones con personal de fábrica (técnicos u operarios, tanto da), he tenido que explicarlo. Sinembargo, no veo lo mismo cuando observo a la gente abordar los problemas, o los proyectos.
Tengo la sensación de que cada individuo ejecuta sus ciclos de deming a una velocidad diferente, con una dimensión diferente y si el problema es suficientemente complejo, éste es discretizado en múltiples bucles PDCA ejecutados en un orden muy influido por las emociones del momento.
A todo esto, si sumamos el factor interferencial que genera el intento de abordar el problema en equipo, la probabilidad de poner en práctica el PDCA puro y uniforme según nos indica el modelo, resulta todavía más difícil.
¿Cómo sincronizar un conjunto de mentes tratando de resolver un problema, ejecutando cada una de ellas múltiples PDCAs a ritmos diferentes condicionados por las emociones que existen entre ellas? Sería como pretender saber qué hora es a partir de un conjunto de relojes que dan horas distintas y cuyos segundos no duran necesariamente lo mismo.
Puedo decir que he visto los mejores resultados cuando el esfuerzo se dedica en sincronizar las mentes para hacer que el resultado se aproxime lo máximo al modelo ejecutado por un único «reloj».

Sabiendo cómo somos, nos es de extrañas pues, que el éxito se dé en contadas ocasiones..

Toni

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    josé ramón9 febrero, 2013 a las 1:13 am

    Toni,
    Muchas gracias de verdad por tu comentario, viniendo además de tu experiencia. Una parte del puzzle tiene que ver con la ejecución y la ejecución son, somos las personas. Poco más puedo añadir. Hay algunos posts aquí sobre «ejecución» que a lo mejor te interesa mirar.
    Otra parte que yo quería hacer notar tiene que ver con diseño, es decir, ¿valen los modelos conceptuales que inventamos para la ingeniería industrial y civil (y después para la informática) también para el trabajo basado en el conocimiento?
    ¿O tenemos que imaginar nuevos modelos pensados no para las máquinas sino para las personas y personas inteligentes? ¿Deberíamos inventar nuevos modelos basados en cómo piensa y cómo trabaja la gente y los directivos de verdad?
    Y creo que es ahí, de nuevo, donde se cruzan los temas que pones sobre la mesa y las cosas que yo intentaba decir.
    Saludos y gracias.

    Responder
Toni9 febrero, 2013 a las 10:02 pm

Jose Ramón,

Abres una cuestión muy sugerente, y te doy la razón. Desgraciadamente, en la indústria estamos muy encorsetados por conceptos y metodologías ya definidas.
Lo más fuera de lo radicional que he heccho, fue a raíz de un programa de Redes, que decidí aplicar el modelo de un hormiguero para la implantación de la metodología de las 5’s en la fábrica. Funcionó, y el aprendizaje fue muy interesante.

En referencia a los posts de «ejecución», los leeré que seguro serán interesantes.

Un cordial saludo

Toni

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