¿Qué significa ser una empresa orientada al dato? (y II)

18 septiembre, 2014

En la primera parte de esta entrada, me refería a las empresas que han convertido los datos en un aspecto central de su estrategia de negocio. Como decía allí, y como reza el título, quiero hablar de esta pregunta y no de Big Data. Los “grandes datos” son una de las múltiples estrategias, pero no la única, para la explotación del dato y su transformación en información inteligente para tomar decisiones.

Betsy Weber. Flickr
Fuente: Betsy Weber @ Flickr – Licencia: CC BY 2.0

Esta es, desde mi humilde punto de vista, la pregunta clave que debe hacerse toda organización: ¿cómo convertirse en una empresa orientada al dato?

Es lícito poner en duda si vale la pena transformarse, puesto que ya sabemos que todo lo que incluye una transformación organizacional supone un reto importante en una organización. Según Brynjolfsson, Hitt y Kim, de todas las tecnologías existentes, las empresas deben apostar por aquéllas vinculadas con el análisis de la información. También apuntan que aquellas compañías que usan análisis basado en datos en lugar de la intuición tienen una productividad y unos beneficios de un 5% a 6% más altos que sus competidores. No es la primera vez que nos referimos a su investigación académica (ver aquí, aquí y aquí) puesto que analizar el impacto de las TI en el negocio tiene largo recorrido.

Ser más productivos y crear mayores beneficios son buenos incentivos para iniciar esta transformación. De manera que, como es posible imaginar, este tipo de estrategia ha ido calando en las organizaciones. De hecho, en 2013 se ha observando un aumento del uso de la toma de decisiones fundamentada en los hechos como apunta otro interesante artículo de Brynjolfsson y otros. Estos resultados parecen confirmar que sí, que vale la pena hacer el esfuerzo.

Ahora que la idea está vendida, pasemos al siguiente punto: ¿En qué consiste? ¿Qué significa una empresa orientada al dato? La definición, a priori, puede parecer sencilla: es una empresa que fundamenta su toma de decisiones en datos y hechos. Como a veces pasa con algunas definiciones, ésta encapsula las capacidades necesarias para la transformación:

1. En primer lugar, la organización debe ser capaz de identificar, combinar y gestionar múltiples fuentes de datos.

2. En segundo lugar, la organización debe ser capaz de construir modelos de análisis avanzado para predecir y optimizar sus resultados.

3. Tercero, y no por ello menos importante, debe poseer la capacidad de transformar la organización para que los datos y los modelos realmente deriven en mejores decisiones.

Los dos primeros puntos están relacionados con los conocimientos y capacidades tecnológicas y analíticas de la organización y de su madurez y habilidad en el despliegue de las mismas. El tercero entraña una mayor dificultad, puesto supone un cambio de actitud (en toda la organización), la creación de nuevos hábitos (vinculados con el uso de la analítica) y la generación de nuevos conocimientos (para transformar al trabajador de la información en un trabajador analítico).

Generar las capacidades anteriores no es un proceso sencillo ni rápido. Tampoco es un proceso lineal, de manera que incluso se puede llegar a retroceder, pensemos en escenarios como la compra de otra empresa y la necesidad de integrar todos los sistemas de información. Esto es en definitiva un shock para la organización tanto para la que compra como para la que es comprada.  Revisar algunos de los caminos existentes que llevan a convertirse en una organización orientada al dato y cómo generar una nueva cultura será el objetivo de siguientes artículos en este blog.

Josep Curto es colaborador docente del Máster en Inteligencia de Negocio de la UOC. Es además Director de Delfos Research, empresa especializada en investigación de los mercados de Business Intelligence, Business Analytics y Big Data.

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