La emergencia del Chief Data Officer

6 noviembre, 2014

En el contexto de Business Intelligence, Business Analytics y Big Data, están apareciendo toda una nueva serie de perfiles que necesitan nuevas competencias, como hemos discutido ya aquí, varias veces. Ya hemos hablado que estos perfiles tienen una gran demanda y que Thomas Davenport tilda estos perfiles como la profesión más sexy (aquí). Cerrada la convocatoria de octubre de nuestro Màster y posgrados, estamos considerando si repetirla en Febrero. Veremos.

vercingetorix
Vercingétorix arroja sus armas a los pies de Julio César por Lionel Noel Royer (1899). Museo Crozatier, en Le Puy-en-Velay. Dominio Público.

Muchos de estos perfiles están vinculados al desarrollo de proyectos o a la extracción de valor del dato, como el científico del dato, o data scientist, del que ya hablamos aquí y del que hablaremos más otro día. De todos ellos me quiero centrar en aquél más vinculado con la gestión: la emergencia del Chief Data Officer (CDO).

En la reunión de expertos de Londres de hace unos meses, que recensionamos aquí, ya aparecía con carga vírica. Este rol tiene la responsabilidad de gestionar todas las iniciativas de datos en la organización y, como es posible suponer, cada vez más se está convirtiendo en un perfil imprescindible para las organizaciones. ¿En qué medida?

Ya hemos comentado que según Brynjolfsson, Hitt y Kim, aquellas compañías que usan análisis basado en datos en lugar de la intuición tienen una productividad y unos beneficios de un 5% a 6% más altos que sus competidores. Por lo que contar con un buen estratega debe incrementar la probabilidad llevar a buen puerto estas iniciativas.

Además de los anteriores, hace poco se han publicado nuevos estudios que refuerzan el valor de este rol. De hecho, según IBM, el 25% de las empresas pertenecientes al Fortune 500 ya cuentan con este perfil. Este número puede parecer pequeño, pero en realidad nos indica que las principales empresas del mundo se están preparando para competir usando los datos y buscan liderar el proceso de transformación hacia una empresa orientada al dato (de lo que ya hemos hablado aquí y aquí). Según el estudio, el CDO debería apuntar a cinco prioridades principales:

– Encontrar formas de explotar los datos actuales en la organización.

– Aumentar el valor del dato mediante la combinación de fuentes internas y externas.

– Identificar formas de monetizar el dato.

– Asegurar privacidad y seguridad para con el dato.

– Establecer la gobernanza del dato.

De estos cinco puntos, los tres primeros pueden parecer naturales (puesto que están intrínsecamente ligados a la función de este perfil). Los dos últimos nos recuerdan un aspecto muy relevante: no es suficiente con contar con una estrategia de explotación del dato, sino que también es cada vez más relevante conocer y definir los límites de lo que se puede hacer y cómo proteger el que se está convirtiendo en uno de los activos más críticos, sino el que más, de las empresas.

Está claro, al menos desde mi punto de vista, que aquellas empresas que quieran orientarse al dato, no sólo necesitan empezar a desarrollar una estrategia sino establecer un responsable a nivel del comité que sea capaz liderar estas iniciativas para competir en la era del dato. Sea éste el CDO o el Chief Analytic Office (CAO), perfil también en pujanza, será tema de discusión en los próximos años. Eso sí, es de esperar que el número de CDOs o CAOs se incremente en los próximos años ya no sólo en las empresas de Fortune 500 sino más allá. Nos tendremos que rendir al nuevo césar.

Josep Curto es colaborador docente del Máster en Inteligencia de Negocio y Big Data de la UOC. Es además Director de Delfos Research, empresa especializada en investigación de los mercados de Business IntelligenceBusiness Analytics y Big Data.

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