Transformación digital (y II)

6 abril, 2016

En la entrada anterior, definimos la transformación digital como el proceso por el que las organizaciones cambian de forma significativa sus procesos de negoci0, la relación con su personal, sus clientes, proveedores y socios, modifican o crean productos y servicios o incluso redefinen sus modelos empresariales mediante el uso intensivo de la información y de las TIC. Transformación digital quiere decir usar estratégicamente los sistemas de información o ser IT savvy.

Con más o menos visión, con mayor o menor alcance, con más o menos impacto, con mejores o peores resultados, las compañías no tienen más remedio que abrazar la transformación digital para sobrevivir. ¿Qué hacen? En la gráfica de hoy, a partir de algunas experiencias y lecturas, proponemos las principales oportunidades o retos que se abren con la digitalización y que las empresas están explorando.

– A diferencia de otras tendencias anteriores, el motor principal de la transformación digital no es la eficiencia ni los costes, sino la primera línea de la cuenta de resultados, el crecimiento de los ingresos y las ventas, sea en los mismos clientes, productos y canales o en nuevas geografías, categorías, segmentos de edad y, desde luego, en el canal digital.

– Probablemente por este motivo, el primer elemento es la transformación de la experiencia de cliente en todos sus puntos de contacto a través de cualquier clase de canal, mediante el conocimiento predictivo y la personalización de la oferta. Esto quiere decir también el desarrollo del marketing y la comunicación digital y cambios significativos en la mezcla de canales y en la organización de la fuerza de ventas.

– La transformación digital integra también la «vieja» reingeniería de procesos, a través de la automatización masiva (la «oficina sin papel» y la «fábrica con robots»), la integración de los procesos a través de las líneas organizativas internas y los sistemas de clientes, proveedores y socios en diferentes geografías (digitalización quiere decir también globalización), así como cambios en la estructura funcional y jerárquica de la empresa. Este capítulo incluye también un esfuerzo de capacitación digital de todo el personal y de cambio cultural.

– Las empresas que se están transformando digitalmente invierten en la gestión de los datos, convertidos en información para tomar mejores decisiones, conocer a los clientes, manejar cuantitativamente todos los elementos del negocio y gestionar el conocimiento y los contenidos en las redes internas y públicas.

– Lo que hace unos años llamábamos la «nueva plataforma» (la combinación de redes, movilidad, sensores, la nube y los datos) ya no es nueva por más tiempo y, a diferencia de otra época, no tenemos a mano un sistema de empresa (un ERP) para solucionarnos la arquitectura de datos, procesos, sistemas e interfaces, su compatibilidad y estandarización y la relación entre lo viejo (los sistemas legacy) y lo nuevo. Hace falta una informática ágil y bimodal y redefinir la relación con el negocio.

– Sin embargo, a diferencia de otras tendencias anteriores, la tecnología ya no es más un instrumento de la estrategia de la empresa sino que es la estrategia en sí mismaes decir, nadie se puede transformar digitalmente si no se hace digital. Esto quiere decir también que la tecnología ya no es más de los informáticos o sólo de ellos, sino que es un activo estratégico de toda la compañía, quizá por primera vez.

– La información y la tecnología permiten añadir atributos y valor a los productos y servicios físicos, así como crear nuevos negocios puramente digitales por cuenta propia o en asociación con otras empresas de cualquier sector, en el modo de plataforma. La transformación digital no es el patrimonio de la «nueva economía», sino también de los negocios tradicionales.

– Desde el punto de vista de la docencia, la investigación, la prospectiva y la consultoría, la transformación digital permite acercar los mundos de la estrategia de empresa, la dirección de sistemas de información y la teoría de la innovación, que hasta ahora caminaban distanciados.

Yo diría que a diferencia de otras «grandes ideas del management«, la transformación digital es una práctica en proceso de construcción real en toda clase de empresas y organizaciones y que llamamos así porque no sabemos cómo llamarla de otra manera. Es una evolución del concepto de e-business o negocio electrónico, porque ya no es más un nuevo canal para hacer negocio ni un rasgo de las start-ups de Internet, sino la manera normal de hacer negocio para empresas de todo tipo; es, cada vez más, business as usual.

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Autor / Autora
José Ramón Rodríguez
Profesor de Dirección de Sistemas de Información, Gestión de Proyectos y Business Intelligence de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC y consultor de empresas independiente.
Comentarios
Arley Humberto Rueda Rincon8 abril, 2016 a las 2:05 pm

Siempre contenido imprescindible.

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    jose ramon8 abril, 2016 a las 2:39 pm

    Gracias!!

    Responder
Carlota10 octubre, 2018 a las 9:43 pm

Breve, consico y claro. ¡Gran entrada!

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    josé ramón11 octubre, 2018 a las 1:44 pm

    gracias, Carlota, 😉

    Responder
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