La realidad “free as in beer” de los MOOCs

5 diciembre, 2016

Es difícil definir la fecha exacta de la aparición del primer MOOC (Massive Open Online Course), pero podemos acotar entre 2000 y 2010. Básicamente, las diferentes iniciativas que surgieron en paralelo presentaron los MOOCs como la solución a un aprendizaje global y gratuito. Aparecieron algunas plataformas online, bastante rudimentarias en ese momento, para soportar estos cursos masivos. Básicamente eran cursos, en muchos casos con materiales docentes en formato de vídeo y reutilizados de grabaciones de clases magistrales presenciales, para que un conjunto masivo de estudiantes hiciese el curso online. Algunos cursos iniciales ofrecidos por universidades prestigiosas tuvieron mucho éxito y cuando hablamos de éxito nos referimos a 160.000 estudiantes.

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Fuente: http://geek-and-poke.com/geekandpoke/2010/12/21/the-free-model.html


Pero evaluemos realmente este “éxito” en la visión del estudiante. Un estudiante tenía acceso a un curso gratuito por una prestigiosa universidad y a unos materiales gratuitos. Hasta aquí perfecto, pero hablemos del soporte docente.  Hemos de tener en cuenta que un curso con 160.000 estudiantes para dar un soporte adecuado se necesitarían un número importante de profesores que en muchos casos es imposible de proporcionar por la universidad en cuestión. Por lo tanto, en estos casos, el soporte es mínimo y son los mismos alumnos que se responden entre ellos en el foro. Y no hablemos de la evaluación de las actividades ya que estamos en el mismo problema. Se necesitan sistemas automáticos de evaluación como cuestionarios o herramientas automáticas y en caso de la evaluación de trabajos escritos se utilizan la evaluación por pares, es decir, los alumnos se evalúan entre sí.

Hubo un boom de cursos y en la creación de nuevas plataformas para publicar estos cursos en el 2012. Aunque el número de plataformas MOOCs se ha mantenido, la creación y mantenimiento de cursos en las plataformas no ha sido del todo constante.  Respecto los cursos, se han especializado y mejorado por la alta competitividad entre las universidades que los ofrecen. Nuevas maneras de aprender, nuevas herramientas pedagógicas, y simuladores han mejorado mucho la experiencia de los estudiantes.

Respecto a las plataformas, como en todos los lobbies, hay algunas que se han quedado como referentes por la gran oferta de cursos, por ejemplo, edX o Coursera. Son plataformas que mejoran cada día, tienen un plan de inversión importante, partners tecnológicos y educativos reconocidos y una planificación a largo plazo bien definida. Tienen en mente que el estudiante debe acceder al aprendizaje des de cualquier sitio y por esa razón el acceso a su plataforma es multidispositivo.

¿Dónde llegaremos? No se sabe. Pero está claro que los MOOCs evolucionan. Las plataformas que los ofrecen han encontrado un negocio lucrativo. Las universidades, en muchos casos, pagan por entrar como partners de la plataforma; aunque los cursos son abiertos, los certificados firmados por las universidades son de pago; y actualmente ya están apareciendo las especializaciones. Las especializaciones son un conjunto de cursos MOOCs en una especialidad y, como tema relevante, en algunos casos sólo accesible pagando por el curso.

En el año 2015, teníamos más de 4000 cursos disponibles de unas 500 universidades y 35 millones de estudiantes han probado alguno.  ¿Os apuntáis?

David Bañeres es doctor en Informática por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) e Ingeniero Superior en Informática por la misma universidad. Es profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC y director del máster oficial en Software Libre de la UOC. Pertenece al grupo de investigación SOM y al grupo Inventa  de la UOC. Su trabajo de investigación se relación con métodos formales y herramientas de e-learning.

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