mHealth, salud en movimiento

23 febrero, 2017

(Trobareu la versió en català més avall)

Después de la entrada sobre eHealth, vamos ahora a centrarnos en una de las partes de la eHealth: la mHealth.  Pero, ¿cuál es la definición de mHealth? Según un documento de la OMS, no hay una definición clara, pero hay una que nos ha parecido útil; es la del Global Observatory for eHealth (GOe) y define el término cómo: prácticas médicas y de salud pública basadas en dispositivos móviles.

Las aplicaciones de mHealth son incontables. Según el Banco Mundial, se pueden clasificar en siete categorías: 1) mejora de la gestión y la toma de decisiones por parte de profesionales de la salud; 2) recolección de datos basados en la localización en tiempo real; 3) prestación de asistencia sanitaria a lugares remotos; 4) fomento del aprendizaje y el intercambio de conocimientos entre los profesionales de la salud; 5) promoción de la salud pública; 6) mejora de la rendición de cuentas; y 7) autogestión de la salud del paciente.

Ámbito de aplicación de la mHealth

Por otro lado, según una lección del Dr. Bassam Kadry de la Facultad de Medicina de Stanford , si separamos la investigación en medicina en descubrimiento de salud y distribución de salud, en el primer grupo  habría las vacunas, los fármacos, la ciencia de materiales, etc. Aquí, hay poco espacio para la mHealth. Pero es a la hora de hacer llegar los resultados de la investigación al público, en la parte de distribución de salud, donde la mHealth puede jugar un papel importante. Aquí encontramos una nueva clasificación de las aplicaciones de salud móvil, más específica: a) gestión de la información, b) educación, c) comunicación, d) cambios de comportamiento; y e) adherencia a los tratamientos. Es decir, la salud móvil no curará el Alzheimer, pero puede ayudar a hacer que los tratamientos que haya lleguen a todo el mundo y que se sigan de forma adecuada o a apoyar a los cuidadores de estos enfermos.

La importancia de la distribución de salud se puede ver en el triángulo de hierro de la salud que se muestra en la figura: el objetivo es mantener un equilibrio entre calidad, coste i acceso. La tecnología puede ayudar a equilibrar el triángulo.

 

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Triángulo de hierro de la salud: calidad, coste y acceso.

Características de la mHealth

¿Y por qué es tan importante la mHealth? La respuesta es doble: por un lado, desde el punto de vista del usuario, ahora la penetración de los smartphone es muy alta y, además las expectativas de los usuarios han crecido a raíz de la mejora en la calidad de las aplicaciones; y por otro lado, desde el punto de vista económico, el mercado se espera que sea de 26 billones de dólares (billones americanos) el 2017; y esto permita ahorrar 400 billones de dólares americanos en costes de salud por aquel año.

Ya hemos visto, por lo tanto, la importancia que puede tener la salud móvil. Pero, ¿cómo tiene que ser una aplicación de salud? Según el Dr. Bassam Kadry, a la hora de diseñar una aplicación de salud nos tenemos que hacer las siguientes preguntas:

-¿Es efectiva?

-¿Se hace un uso eficiente de los sensores?

-¿Se aprovecha el geoposicionamiento?

-¿Se beneficia de la capacidad de subir y bajar datos en tiempo real?

-¿Está integrada con otras tecnologías fácilmente?

-¿Aprovecha la comunidad?

-¿Recolecta datos de forma pasiva o depende de si los usuarios introducen los datos?

-¿Capta la atención de los usuarios cuando hace falta, mediante mensajes inteligentes?

Es importante hacerse estas preguntes porque, según cuáles sean las respuestas, quizás lo que hace falta, no es una aplicación móvil.
Hay que tener presente que la mHealth es una herramienta, no una solución. Pero una herramienta que pretende cambiar la manera en que los pacientes se comportan e interaccionan con su enfermedad, con otros enfermos y con los médicos. Una herramienta que, además, puede ayudar a cambiar los hábitos y evitar o sustituir ciertos medicamentos. Según Erica Kochi, co-directora del Tech Innovation de UNICEF  (http://unicefstories.org/tech/mhealth/), la tecnología es sólo el 5% de la solución.

Dado que algunas aplicaciones pretenden precisamente esto, cambiar de hábitos, se ha creado el término captologia, del inglés, CAPtology (Computers As Persuasive Technology). Para conseguir estos cambios de hábitos hacen falta tres elementos: un disparador (un trigger), la habilidad de cambiar; y la motivación para cambiar (de hecho, sólo tiene sentido diseñar aplicaciones para usuarios motivados). Hay que tener presente, además, que en salud el premio a veces no es visible para el usuario (sería el caso, por ejemplo, de la hipertensión o el colesterol), y como el usuario se siente sano, se complica el objetivo.

Ya hemos visto la importancia de las aplicaciones de mHealth y como tienen que ser. La pregunta es ahora: ¿en qué se está trabajando y qué se espera?

Futuro de la mHealth

En el futuro se espera un énfasis en el contexto; sensores más potentes; autodiagnóstico y automonitoraje ; sistemas de alertas y mensajería inteligentes; recomendaciones personalizadas; análisis de datos que transformen los datos en información para tomar acciones; convergencia del software de empresa/centros de salud/instituciones y el software de los usuarios que facilite la circulación de datos con los usuarios; comunidades que pongan en contacto pacientes y expertos, en las cuales todo el mundo aprende de todo (incluídos los expertos de los pacientes).

Entre los retos con que se enfrenta la mHealth están: la adopción por parte de usuarios (pacientes y expertos); la seguridad y la privacidad, donde jugarán un papel clave las administraciones; la validación y regulación (del mismo modo que ahora se regulan los medicamentos o las máquinas médicas); y el retorno de la inversión (actualmente se paga por los medicamentós, ¿se pagaría por una aplicación?).

Por otro lado, hay un reto que también es muy importante: según el informe de la OMS, a pesar del crecimiento de las aplicaciones de salud para dispositivos móviles, la mayoría de proyectos no se evalúan (según el informe, sólo un 12% de los proyectos estudiados se evaluaron) y, por lo tanto, se conoce poco el impacto real de estas políticas. De hecho, entre los principales obstáculos con que se encuentra la mHealth está la evaluación de la eficacia y la rentabilidad de las aplicaciones. Otras barreras importantes incluyen los conflictos en las prioridades del sistema de salud, la carencia de políticas de apoyo, y las cuestiones legales, así como la privacidad de los ciudadanos.

Conclusiones

Así pues, estamos en un momento en que la tecnología ofrece la posibilidad de hacer el paciente responsable y parte activa de su propia salud, tanto a nivel de prevención como de tratamiento y colaborar activamente con los servicios médicos. Pero es un momento en que todavía carece encajar estos adelantos en el día a día de la medicina, y tener unos protocolos claros tanto de evaluación como de implantación. Hace falta un cambio de cultura organizativa en el mundo sanitario y a la vez hay que hacer un giro que lleve hacia un empoderamiento real de las personas y una toma de decisiones compartida, basada en la mejor evidencia disponible y en las percepciones y experencias de los profesionales sanitarios y de los pacientes.

En todo este contexto, hay un proyecto que está tomando forma actualmente en la UOC: el eHealth Center, que aglutina varios estudios y que procurará incorporar varias tecnologías y aproximaciones al mundo de la Salud.
 
El Observatorio Tecnológico de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC reflexiona sobre diferentes temas de actualidad que giran alrededor del mundo de las tecnologías de la información y la comunicación.
 

mHealth, salut en moviment

Després de l’entrada sobre eHealth, anem ara a centrar-nos en una de les parts de l’eHealth: l’mHealth.  Però, quina és la definició d’mHealth? Segons un document de l’OMS, no hi ha una definició clara, però en dóna una que ens ha semblat útil; és la del Global Observatory for eHealth (GOe) i defineix el terme com: pràctiques mèdiques i de salut pública basades en dispositius mòbils.

Les aplicacions d’mHealth són incomptables. Segons el Banc Mundial, es poden classificar en set categories: 1) millora de la gestió i la presa de decisions per part de professionals de la salut; 2) recol·lecció de dades basades en la localització en temps real; 3) prestació d’assistència sanitària a llocs remots i difícils per servir ; 4) foment de l’aprenentatge i l’intercanvi de coneixements entre els professionals de la salut; 5) promoció de la salut pública; 6) millora de la rendició de comptes; i 7) autogestió de la salut del pacient.

Àmbit d’aplicació de l’mHealth

D’altra banda, segons una lliçó del Dr. Bassam Kadry de la Facultat de Medicina de Stanford, si separem la recerca en medicina en descobriment de salut i distribució de salut, en el primer grup hi hauria les vacunes, els fàrmacs, la ciència de materials, etc. Aquí, hi ha poc espai per a l’mHealth. Però és a l’hora de fer arribar els resultats de la recerca al públic, quan pot jugar un paper important. Aquí trobem una nova classificació de les aplicacions de salut mòbil, més específica: a) gestió de la informació, b) educació, c) comunicació, d) canvis de comportament o e) adherència als tractaments. És a dir, la salut mòbil no guarirà l’Alzheimer, però pot ajudar a fer que els tractaments arribin a tothom i que es segueixin de forma adequada o a donar suport als cuidadors d’aquests malalts.

La importància de la distribució de salut es pot veure en el triangle de ferro de la salut que es mostra a la figura: l’objectiu és mantenir un equilibri entre qualitat, cost i accés. La tecnologia pot ajudar a equilibrar el triangle.

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Triangle de ferro de la salut: qualitat, cost i accés.

Característiques de l’mHealth

I per què és tan important l’mHealth? La resposta és doble: des del punt de vista de l’usuari, ara tothom té un smartphone i, a més, les expectatives dels usuaris han crescut arran de la millora en la qualitat de les aplicacions; i des del punt de vista econòmic, el mercat s’espera que sigui de 26 bilions de dòlars (bilions americans) el 2017; i això permeti estalviar 400 bilions de dòlars americans en costos de salut per aquell any.

Ja hem vist, per tant, la importància que pot tenir la salut mòbil. Però, com ha de ser una aplicació de Salut? Segons el Dr. Bassam Kadry, a l’hora de dissenyar una aplicació de salut ens hem de fer les següents preguntes:

-És efectiva?

-Es fa un ús eficient dels sensors?

-S’aprofita el geoposicionament?

-Es beneficia de la capacitat de pujar i baixar dades en temps real?

-S’integra fàcilment amb altres tecnologies?

-Aprofita la comunitat?

-Recol·lecta dades de forma passiva o depèn de si els usuaris introdueixen les dades?

-Capta l’atenció dels usuaris quan cal, mitjançant missatges intel·ligents?

És important tenir presents aquests elements perquè potser el que cal, no és una aplicació mòbil.

Cal tenir present que l’mHealth és una eina, no una solució. Però una eina que pretén canviar la manera en què els pacients es comporten i interaccionen amb la seva malaltia, amb altres malalts i amb els metges.

Una eina que, a més, pot ajudar a canviar els hàbits i evitar o substituir certs medicaments. Segons Erica Kochi, co-directora del Tech Innovation d’UNICEF; (http://unicefstories.org/tech/mhealth/), la tecnologia és només el 5% de la solució.

Atès que algunes aplicacions pretenen precisament això, canviar d’hàbits, s’ha creat el terme captologia, de l’anglès, CAPtology (Computers As Persuasive Technology). Per aconseguir aquests canvis d’hàbits calen tres elements: un disparador (un trigger), l’habilitat de canviar; i la motivació per canviar (de fet, només té sentit dissenyar aplicacions per a usuaris motivats). Cal tenir present, a més, que en salut el premi de vegades no és visible per a l’usuari (seria el cas, per exemple, de la hipertensió o el colesterol), la qual cosa complica l’objectiu.

Ja hem vist la importància de les aplicacions d’mHealth i com han de ser. La pregunta és ara: en què s’està treballant i què s’espera?

Futur de l’mHealth

En el futur s’espera un èmfasi en el context; sensors més potents; autodiagnòstic i automonitoratge; sistemes d’alertes i missatgeria intel·ligents; recomanacions personalitzades; anàlisi de dades que transformin les dades en informació per prendre accions; convergència del programari d’empresa/centres de salut/institucions i el programari dels usuaris que faciliti la circulació de dades amb els usuaris; comunitats que posin en contacte pacients i experts, en les quals tothom aprèn de tothom (inclosos els experts dels pacients).

Entre els reptes amb què s’enfronta l’mHealth estan: l’adopció per part d’usuaris (pacients i experts); la seguretat i la privadesa, on jugaran un paper clau les administracions; la validació i regulació (de la mateixa manera que ara es regulen els medicaments o les màquines mèdiques); el retorn de la inversió: hom actualment paga pels medicaments però, pagarien per una aplicació?

D’altra banda, hi ha un repte que també és molt important: segons l’informe de l’OMS, tot i el creixement de les aplicacions de salut per a dispositius mòbils, la majoria de projectes no s’avaluen (segons l’informe, només un 12% dels projectes estudiats es van avaluar) i, per tant, es coneix poc l’impacte real d’aquestes polítiques. De fet, entre els principals obstacles amb què es troba l’mHealth està l’avaluació de l’eficàcia i la rendibilitat de les aplicacions. Altres barreres importants inclouen els conflictes en les prioritats del sistema de salut, la manca de polítiques de suport, i les qüestions legals, així com la privadesa dels ciutadans.

Conclusions

Així doncs, estem en un moment en què la tecnologia ofereix la possibilitat de fer el pacient responsable i part activa de la seva pròpia salut, tant a nivell de prevenció com de tractament i col·laborar activament amb els serveis mèdics. Però és un moment en què encara manca encaixar aquests avenços en el dia a dia de la medicina, i tenir uns protocols clars tant d’avaluació com d’implantació. Cal un canvi de cultura organitzativa en el món sanitari i alhora cal fer un gir que porti cap a un apoderament real de les persones i una presa de decisions compartida, basada en la millor evidència disponible i en les percepcions i experiències dels professionals sanitaris i dels pacients.

Un projecte que està prenent forma actualment a la UOC és l’eHealth Center, que aglutina diversos estudis i que procurar incorporar diverses tecnologies i aproximacions al món de la Salut.
 
L’Observatori Tecnològic dels Estudis d’Informàtica, Multimèdia i Telecomunicació de la UOC reflexiona sobre diferents temes d’actualitat que giren al voltant del món de les tecnologies de la informació i la comunicació.

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