Ingeniería de la Educación (o el surgimiento de una nueva disciplina académica)

15 julio, 2019

En esta entrada vamos a ver cómo surge una nueva disciplina o campo de conocimiento académico y da sus primeros pasos. Como caso de estudio, aprovecharemos para contar el nacimiento de una nueva disciplina académica llamada Ingeniería de la Educación (traducción provisional de Learning Engineering).

Muchas veces, una disciplina nace por la necesidad de cubrir un vacío académico donde, un número cada vez mayor de expertos en un ámbito, trabajan sin referentes claros, y tienen que lidiar entre varias disciplinas próximas y fuentes informales para encontrar los conocimientos y experiencias apropiadas que les ayude a resolver sus necesidades específicas. La causa principal de este vacío suele ser la siempre cambiante realidad tecnológica, social y económica. Y el método habitual para llenar este vacío suele pasar por crear asociaciones de expertos que generen comunidad, así como nuevos perfiles profesionales con la formación y experiencia adecuada para afrontar los retos y problemas existentes. 

El desarrollo de una nueva disciplina académica empieza con una definición clara, exhaustiva y sin ambigüedades de la disciplina, que fije sus objetivos y retos principales, sus fronteras de conocimiento y establezca las interacciones con otras disciplinas para lograr los objetivos que se persiguen. Para ello, se crea un marco de trabajo que incluye una metodología formal técnico-científica, así como fomentar una comunidad de expertos que compartan su conocimiento e inquietudes, hagan propuestas y las discutan, y finalmente consigan el máximo de consenso de las decisiones tomadas. Esta comunidad además facilita las interacciones entre los distintos sectores implicados (academia, industria, gobierno) y completar el marco de trabajo a nivel de difusión, aplicación, normativa y explotación de los resultados de investigación y de los productos desarrollados. Este proceso, sin ánimo de ser representativo, es iterativo y continuado en el tiempo para conseguir un desarrollo efectivo y actualizado de la nueva disciplina.

Inmerso en el proceso anterior se encuentra la nueva disciplina académica de la Ingeniería de la Educación que ha aparecido recientemente para adaptar la educación en línea (e-Learning) a la nueva realidad tecnológica, científica y socioeconómica. Efectivamente, el fuerte desarrollo de las TIC en las últimas décadas y su aplicación en la educación ha hecho que hoy día prácticamente todos los centros de formación y en especial las universidades ofrezcan una parte importante (si no la totalidad) de sus servicios docentes y de gestión de manera online. Sin embargo, las aproximaciones actuales de aprovechamiento de las TIC para la educación son unidisciplinarias, dispersas y poco profesionales lo que no permite conseguir la mejora completa que se pretende de la experiencia educativa. Ciertamente, existe un vacío importante en cuanto a integrar en un mismo grupo de trabajo a representantes de diferentes disciplinas (pedagogía, informática, ciencia de datos, ciencias empresariales, derecho, etc.), actores (profesores, alumnos, gestores, tecnólogos, empresas, etc.) y métodos y procesos (diseño instruccional, métodos científicos y de ingeniería, gestión de proyectos, procesos de negocios, jurídicos, explotación del producto, etc.), todos ellos interviniendo directamente y activamente en la mejora de experiencias educativas basadas en las TIC.

Existen innumerables ejemplos de docentes vocacionales que con toda su buena intención buscan optimizar la docencia en sus aulas incorporando herramientas educativas gratuitas que encuentran y usan por su cuenta y riesgo para, por ejemplo, mejorar la evaluación y el seguimiento del aprendizaje, lo que supone que los estudiantes también deben usarlas. Sin embargo, no se lleva a cabo ningún análisis previo de riesgos y costes de la herramienta: ¿hay licencia para su uso en las aulas?, ¿se protegen los datos privados?, ¿se recupera la información en caso de fallo?, ¿cuál es el coste del mantenimiento?, etc. Tampoco se lleva a cabo una evaluación posterior que permita medir el impacto en el aprendizaje: ¿cuál es la diferencia de rendimiento y satisfacción con el aprendizaje con la nueva herramienta?, ¿y en el abandono prematuro?, etc. Sin disponer de evidencias sólidas que respondan estas preguntas clave convierte en estéril el sobreesfuerzo del docente por incorporar nuevas tecnologías, e incluso se generan más problemas que soluciones. 

En esta misma línea también encontramos muchos proyectos de innovación docente donde un grupo pequeño de profesores de distintas disciplinas acuerdan trabajar conjuntamente y con apoyo económico y administrativo del centro para mejorar algún aspecto de la experiencia educativa. Aún siendo experiencias más profesionales y científicas, se encuentran limitadas a un ámbito de aplicación menor (normalmente, un aula) y no incorporan procesos profesionales (de negocio, jurídicos, explotación, etc.), lo que impide al centro disponer de información suficiente para tomar la decisión de integrar el producto en el entorno educativo y escalar la experiencia al resto de aulas y alumnos del centro. En definitiva, hablamos de proyectos y aproximaciones amateurs que no tienen continuidad más allá de la experiencia exitosa llevada a cabo en un ámbito muy limitado. 

Todo ello conduce a la Ingeniería de la Educación como una nueva disciplina que ayuda a superar estas limitaciones mediante profesionalizar el diseño, desarrollo, evaluación e implantación de experiencias educativas apoyadas por las TIC, con una visión unificada de todas las disciplinas y actores implicados, que incluya métodos y procesos científicos y de negocios, y con capacidad para trabajar de forma interdisciplinar y ofrecer soluciones verificadas a los diferentes colectivos y gestores de los centros educativos. Precisamente, esta visión y la consiguiente necesidad de crear esta nueva disciplina ya la sugirió el Premio Nobel en Economía Herbert A. Simon hace más de 50 años, aunque ha sido necesario que las TIC y su aplicación efectiva para la educación se desarrollara lo suficiente durante las últimas décadas para recuperar el espíritu innovador del visionario Simon. 

Herbert A. Simon ingeniería educación
La visión de Herbert A. Simon, plasmada en su artículo publicado en 1967 («The Job of a College President», Educational Record, vol. 48, pp. 68-78) sobre el amateurismo existente en las universidades y la necesidad de disponer de ingenieros de la educación para profesionalizar el desarrollo de entornos de educación, es totalmente vigente hoy día (Fuente imagen: Open Learning Initiative, Licencia: CC – BY-NC-SA 4.0)

El primer intento de recuperar la visión de Herbert Simon se produjo en 2013 de la mano de la asociación Open Learning Initiative (OLI) con una primera definición de la Ingeniería de la Educación. Poco después, en 2016, el grupo de trabajo Online Education Policy Initiative del MIT presentó su conocido informe sobre las implicaciones presentes y futuras de la educación online donde apoyaban la nueva profesión del ingeniero/a de la educación (learning engineer) y definieron sus competencias principales. Otros gurús en este ámbito también han justificado la necesidad de disponer de este nuevo perfil profesional. Finalmente, en enero de 2018 se formó la asociación IEEE IC Industry Consortium on Learning Engineering (ICICLE) como un movimiento transversal para el desarrollo efectivo de la Ingeniería de la Educación. Esta asociación ha conseguido el apoyo de amplios sectores del mundo académico, industrial y gubernamental (incluido el militar), liderando actualmente esta disciplina emergente. 

disciplina ingeniería educación
Miembros del mundo académico, industrial y gubernamental implicados en ICICLE para el desarrollo de la nueva disciplina Ingeniería de la Educación (Fuente imagen: ICICLE. Licencia: CC – BY-NC-SA 4.0)

Todos estos esfuerzos han logrado atraer el interés de toda la comunidad educativa mediante la discusión y compartición de muchas inquietudes y necesidades que llevaban largo tiempo sin una respuesta convincente, y que la Ingeniería de la Educación promete ayudar a resolver de forma efectiva. También han permitido ponerse de acuerdo en cuáles son los retos y objetivos principales que persigue esta nueva disciplina: diseñar, implementar, evaluar, administrar y gestionar de forma sistemática, predecible y repetible los procesos de negocios y administrativos, las metodologías científicas y de ingeniería, y las tecnologías educativas que intervienen en los entornos educativos con el objetivo de afrontar los retos de la educación y crear las condiciones para lograr una experiencia educativa robusta y efectiva. 

En este nuevo contexto de la educación online, el foco actual centrado en las ciencias sociales y en particular en la pedagogía, se amplía a otras áreas relacionadas con la tecnología (informática, ciencias de datos, multimedia), la economía, las ciencias empresariales y jurídicas, poniendo énfasis en la interdisciplinariedad, en los métodos de ingeniería y procesos de negocios, la aplicabilidad a gran escala y la explotación en el mercado de las herramientas e infraestructuras educativas desarrolladas y en general de los resultados de investigación. El fin último es contribuir a la profesionalización de los centros educativos (tanto para formación académica como corporativa) y el desarrollo de entornos de educación robustos, eficientes, seguros y rentables, es decir, más profesionales.

Siguiendo esta perspectiva, el marco de trabajo formal establecido por ICICLE para el desarrollo de la Ingeniería de la Educación se basa en la formación de Grupos de Interés Especial (SIGs por sus siglas en inglés), cada uno trabajando sobre una perspectiva distinta y relevante de la disciplina. Actualmente, ICICLE da cobertura a un total de ocho SIGs que estudian temas tan importantes como proponer programas de formación reglada para esta nueva disciplina; identificar las competencias que un/a ingeniero/a de la educación debe adquirir para diseñar experiencias educativas efectivas; implementar tecnologías innovadoras (IA, XR, etc) y tecnologías relacionadas con la ciencia de los datos (analíticas de aprendizaje y xAPI) para la mejora de la experiencia educativa y los resultados académicos; definir nuevos estándares de datos abiertos para tecnologías educativas; y ofrecer buenas prácticas sobre aspectos legales, de negocio, privacidad de datos y seguridad. 

Otro objetivo fundamental de ICICLE es poner en común y compartir el bagaje de los distintos grupos SIGs con toda la comunidad mediante la organización de la primera conferencia sobre Ingeniería de la Educación que se celebró recientemente. Tuve la oportunidad de asistir y poder comprobar el fuerte interés en esta nueva disciplina por parte de toda la comunidad educativa presente en el evento, con una gran afluencia de los distintos sectores de la comunidad (academia, industria y gobierno). Gracias a una efectiva agenda del evento, se provocó la discusión y la necesidad de consensuar una visión conjunta de los objetivos de la Ingeniería de la Educación para dar respuesta a los retos y dificultades actuales de la educación online. 

conferencia ingeniería educación
Sesión inaugural de la primera conferencia sobre Ingeniería de la Educación (Imagen: propia).

Los participantes en la conferencia ICICLE-2019 éramos desde ingenieros y tecnólogos puros hasta pedagogos y responsables de políticas educativas provenientes tanto de entornos académicos como también de numerosas empresas que llevan a cabo investigación y comercializan entornos y herramientas educativas, cada uno defendiendo sus propias ideas y proponiendo soluciones inicialmente muy alejadas del resto. El fuerte interés y alta participación, así como la necesidad de consenso en temas clave, se plasmó en largas e interesantes discusiones durante las sesiones.

En el evento quedó patente los vacíos que existen en materia de educación online, desde la falta de métodos pedagógicos, políticas y normativa específica para el uso de las nuevas tecnologías para educación (por ejemplo, el uso de dispositivos móviles en las aulas y la privacidad de los datos) hasta la desconexión entre las necesidades reales en educación online y las tecnologías educativas existentes, la mayoría desarrolladas sin una visión holística y sin evidencias sólidas sobre el grado de mejora de la experiencia educativa. Como resultado, todo el mundo abogó por la necesidad de crear un nuevo perfil profesional que tenga visión global y con capacidad de comunicarse con las distintas partes y colectivos de manera efectiva, disponga de conocimientos y experiencia para llevar a cabo de forma sistemática la transformación del concepto o idea inicial a la efectiva aplicación del producto desarrollado y su explotación, enfatizando la profesionalización de todo el proceso.

Estos nuevos profesionales, tal como se refería Herbert Simon, son los ingenieros/as de la educación que más pronto que tarde formarán parte de las plantillas de las universidades y centros formativos en general, y se normalizarán como personal indispensable y perfectamente integrado con el resto de profesionales que están a cargo de la docencia, investigación, administración y gestión. Para ello, primero hay que formar a los futuros ingenieros/as de la educación mediante la creación de nuevos programas académicos (Grado, Máster, Doctorado) que incluyan contenidos teóricos y prácticos adecuados que permitan adquirir la amplia gama de competencias técnicas y motivacionales necesarias para afrontar los objetivos y retos descritos. 

Muchas de las competencias que debe adquirir un ingeniero/a de la educación han sido definidas por el MIT y forman parte de los primeros programas académicos que existen en el mundo para formar estos nuevos profesionales, siendo todos ellos programas de máster de prestigiosas universidades americanas: The Learning, Design and Technology Program (Stanford), The Technology, Innovation, and Education Program (Harvard) y The Educational Technology and Applied Learning Science Program (Carnegie Mellon). 

Ingeniería de Educación
La universidad Boston College está a punto de lanzar el nuevo M.A. in Learning Engineering como el primer programa académico de máster específicamente diseñado para formar a los futuros ingenieros/as de la educación (Fuente: Trustees of Boston College).

Cada uno de estos programas académicos se basa en principios básicos similares: los ingenieros/as de la educación deben tener un conocimiento de base de las ciencias de la educación, estar familiarizados con la tecnología educativa moderna, y tener una comprensión y práctica de los principios de diseño. Preferiblemente, también deben tener una base profunda de una disciplina específica como física, biología, ingeniería, historia, etc., dado que la comprensión de los contextos para la educación también es importante ya que estos profesionales deben entender las culturas y las limitaciones de los entornos en los que diseñan. Aunque no se pretende que sean investigadores académicos, deben estar familiarizados con el lenguaje de varios campos de las ciencias de la educación para comunicarse con expertos y mantenerse actualizados sobre la investigación actual. Además de una base teórica, deben tener experiencia para trabajar en los entornos en los que se necesitarán, ya sea en escuelas, universidades o empresas de tecnología educativa. Por último, la mayoría de estos programas académicos proponen prácticas que requieren trabajar intensamente con educadores y diseñadores, así como hacer estancias en empresas del sector para conocer de primera mano como aprovechar la tecnología para mejorar la educación, tanto los productos comerciales como libres, y conocer procesos de negocio, técnicas de marketing y temas legales sobre accesibilidad y derechos de la propiedad intelectual.

(Visited 1.296 times, 1 visits today)
Autor / Autora
Santi Caballé es Profesor Catedrático de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, donde es co-Director del Programa de Investigación en e-Learning y también dirige el grupo de investigación SmartLearn. Sus líneas de investigación más activas son: ingeniería de la educación, inteligencia artificial y tecnologías distribuidas para la educación online. 
Comentarios
Esperanza Valero Rueda17 julio, 2019 a las 5:40 pm

Con el mayor gusto estaré pendiente de ser invitada a continuar formando la inmensa población de futuros docentes u universitarios de a uerdo a mi formación en Cie citas de la Educacion Maestria en Análisis Curricular e I investigación y Doctorado en Tecnokigia Educativa.La forma io y experiencia ha sido pir espacio de 40 años ya to en La península Iberi España y Portugal,como e
Como.bia Mi correo evrueda8@gmail.com.Sera u I menos placer trabajar co vosotros!!

Responder
Julio Dominguez Granda17 julio, 2019 a las 5:44 pm

Tema de mucho interés que requiere ser difundido en mi país, Peru, dado que la política educacional no muestra interés en el uso de las TIC como factor de mejoramiento educativo.

Responder
Carlos M. Soto Rugel2 agosto, 2019 a las 1:09 am

Es muy interesante, saber de esta nueva carrera profesional, me gustaria recibir mayor información.

Responder
Carlos Mauricio5 enero, 2023 a las 3:22 pm

Excelente aporte, muy interesante. Justamente este teme de Ingeniería educativa es el título de mi tesis doctoral, pero mi perspectiva no es solo a nivel tecnológico, sino también metodológico. Saludos desde Perú.

Responder
Deja un comentario