Inteligencia de negocio: el factor humano

11 noviembre, 2013

Hace casi un par de meses hicimos en Barcelona, con la colaboración de BDigital, una sesión de trabajo bajo el título «Business Intelligence: Negocio, Tecnología o las las dos cosas». Lo anunciamos aquí. El evento fue muy concurrido y animado, con presentaciones de calidad y un coloquio que no se hubiese terminado nunca. Podéis ver un resumen y un montaje casi completo del acto en los siguientes enlaces.

Todos estamos acostumbrados a convocatorias que acaban siendo actos promocionales de fabricantes o consultores, con algún caso de un cliente que pasaba por allí y le gusta la farándula. Creo que los asistentes agradecieron el contenido y el tono profesional: poder escuchar y hablar con gente que hace BI casi todos los días, que comparte su experiencia a través de la docencia en la UOC y que, jóvenes o más mayores, pueden enseñar cicatrices de guerra.

Maria Luisa Rodríguez hizo una puesta en situación de los conceptos, usos, herramientas y retos que presenta el Business Intelligence en la actualidad. Y seguidamente intervinimos personas de «la familia» de BI de la UOC: la tutora Nuria Braulio, que es Gerente de Inteligencia Comercial en Caixabank; un consultor o colaborador docente, Àlex Caminals, que es BI Architect de Groupalia; un exalumno del máster, Gabriel Gonzàlez, BI Analyst de BeSpoke Technologies en Londres; y yo mismo, como director académico de los programas de BI de la UOC y también consultor de empresas a ratos.

Para mí, lo más interesante de la evolución del acto, además de que no tuvimos que escuchar a nadie vendiendo nada, es que al final todos acabamos hablando del «factor humano» del BI, o sea, el tipo de profesionales que se dedican a ésto, la demanda de las empresas, las competencias técnicas y no técnicas que hay que desarrollar, la relación con los usuarios y sus tipologías y, last but not least, sus necesidades de formación. Resumo los temas que me parecieron más interesantes:

– Aunque hay mercados más y menos maduros y adoptantes más o menos avanzados, según el sector, el país y el tamaño, la demanda de profesionales de BI está superando la oferta en todas partes. En Estados Unidos, donde se recogen datos más fiables, el portal icrunchdata (un Infojobs sólo para BI) demandaba casi 600.000 puestos de trabajo, de los cuales casi la mitad no eran perfiles técnicos, sino de analistas de datos. O sea, la demanda real ya ha superado las previsiones de analistas como McKinsey o Gartner.

– De hecho, como señalaron todos los ponentes, si las herramientas importan, importan mucho más las capacidades, el conocimiento y las personas. Una herramienta se compra y se aprende; alguien que conoce una, puede familiarizarse con otra rápidamente. Pero el conocimiento y la experiencia no se compran. Esto es una parte del desajuste entre oferta y demanda.

– Las profesiones y capacidades BI son muy diferentes y pueden dar lugar a decenas de especializaciones, sobre todo técnicas. Pero casi todo el mundo defendió la figura de, en palabras de Àlex Caminals, un «profesional todo-terreno», que conoce lo suficiente de la tecnología y del negocio. Gabriel González relacionó el nivel de especialización con el nivel de madurez en la adopción del BI en la empresa, una perspectiva que me parece muy interesante.

– Alex Caminals y yo categorizamos las capacidades que el profesional de BI debía «masterizar». Àlex habló de un perfil básico, que debe conocer «lo suficiente» de la tecnología, el negocio, la comunicación y la relación con los usuarios; también debe ser capaz de tener un diálogo con el personal de IT (aplicaciones e infrastructura) para asegurar desde el principio los niveles de servicio al usuario final y el rendimiento.

– Todos coincidimos en el perfil «híbrido», «mestizo», «ambidextro», según las expresiones de cada uno, del profesional de BI, un espacio común entre la tecnología y las necesidades funcionales. Nuria Braulio presentó diferentes modelos organizativos y abogó por una función de BI transversal e independiente, capaz de servir a diferentes clientes internos con autonomía.

– Acerca de los usuarios, Nuria explicaba que ya no estamos hablando de perfiles directivos que requieren cuadros de mando, sino de cuadros intermedios, analistas de diferentes geografías y unidades de negocio y usuarios finales que no necesariamente saben de estadística o saben preguntar y pedir lo que necesitan y mucho menos buscarlo solos. En línea con el último libro de Thomas Davenport, yo planteé la necesidad de formar a este tipo de consumidores finales de datos (los non-quants) para obtener el mayor rendimiento del BI.

– Àlex y Gabriel abogaron también por la necesidad de mantenerse muy actualizado en un espacio que cambia cada día. Àlex defendió con entusiasmo que nuestros programas tengan esa especie de «cajón» que llamamos «Nuevas Tendencias», que nos permite mantener un espacio para la diseminación de las novedades de la industria.

Creo que Nuria Braulio resumió bien el rol del profesional de «Business Intelligence» con una metáfora brillante: «alguien que es capaz de cruzar el puente por los dos lados».

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Autor / Autora
José Ramón Rodríguez
Profesor de Dirección de Sistemas de Información, Gestión de Proyectos y Business Intelligence de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC y consultor de empresas independiente.
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