El roaming y la neutralidad de la red en un modelo de negocio complejo

5 noviembre, 2015

Estos últimos días nos hemos encontrado con la noticia de que el roaming desaparecerá el próximo 15 de Junio de 2017 así como con un revuelo generado alrededor de las lagunas en la redacción de los textos legales, especialmente en lo que se ha llamado la “neutralidad de la red”. Los diferentes puntos de vista así como las posiciones contrapuestas por los diferentes agentes implicados (operadoras, empresas de servicios, usuarios, etc.) no hacen más que reabrir un debate alrededor de la complicada cadena de valor de un negocio como Internet así como la compleja regulación de un mercado Europeo.

De entrada, el aspecto más importante tiene que ver con el económico, como suele ser habitual. Resulta atractiva la desaparición del roaming y como usuarios estamos encantados con ello, pero la pregunta del millón es: ¿quién pagará la fiesta? Si los movimientos de usuarios entre diferentes países se compensasen no representaría grandes problemas, pero cuando empiezan a aparecer las asimetrías es cuando los operadores empiezan a preocuparse por ello y elevar sus quejas por su pérdida de negocio.

Telecomunicaciones: infrastructura y negocio.
¿Cómo se distribuyen los ingresos generados gracias a Internet? ¿ Y quién asume los costes?

Pongamos como ejemplo España, un país que tradicionalmente recibe muchos más turistas de los que salen a otros países y, llevándolo al extremo, pensemos en un pequeño pueblo costero que multiplica la población durante el verano. Con este simple escenario nos será fácil ver la complejidad de una legislación de este calado. El incremento de necesidades de servicio por afluencia de turistas llevará a la capacidad del operador local a la saturación reduciéndose notablemente la calidad a sus clientes, aquellos que sufragan con sus contratos el despliegue de la infraestructura en esa zona. Hasta el momento, los operadores facturaban por el roaming y con ello sufragaban las inversiones necesarias para dotar a estas zonas de una infraestructura que pudiese satisfacer a los picos de consumo. Ante el cambio de escenario, es lógico pensar que las compañías dejen de invertir en estas zonas puesto que no serán capaces de recuperar la inversión. Si España recibe más turismo, ¿deben pagar los ciudadanos el tráfico que consuman los turistas? Entendemos entonces las “lagunas” que permiten al regulador local aplicar tarifas de roaming de forma excepcional, siempre y cuando demuestre que son necesarias para poder sufragar la recuperación de la inversión.

Cambiando de escenario, centrémonos en un servicio de “Video on demand” como puede ser Netflix, que recientemente ha aterrizado en España, y que es competencia directa de los servicios de televisión por Internet de algunos operadores españoles. ¿Debe el operador que despliega la infraestructura saturar su red para darle negocio a una empresa que genera gran consumo de datos y que no invierte en infraestructura? ¿Debe reducir la calidad de servicio de sus clientes para beneficio de otros de una tercera empresa de la que no está cobrando nada por el despliegue de la red? Es en este punto donde la neutralidad de la red debe de ser analizada con cuidado, puesto que la calidad de servicio esperada por usuarios de las operadoras y empresas de servicios está en juego.

Sin ánimo de posicionarnos en favor de unos u otros, pretendemos exponer puntos de vista que permitan comprender la gran complejidad de un escenario donde intervienen diferentes actores y donde es imprescindible una gran infraestructura de telecomunicaciones para dar servicio. En un mundo ideal y sobre el papel todo se aguanta, pero el diablo está en los detalles, y son esos detalles los que obligan a que la legislación deje puertas abiertas. El problema no son estas puertas abiertas, sino el buen o mal uso que se haga de ellas.

Jose Antonio Morán Moreno es doctor en Ingeniería de Electrónica por la Universidad Ramon Llull. Actualmente trabaja como profesor en la Universitat Oberta de Catalunya, donde es el director académico del Máster Universitario en Ingeniería de Telecomunicación.

Carlos Monzo es doctor en Ingeniería de Telecomunicación por la Universidad Ramon Llull. Actualmente trabaja como profesor en la Universitat Oberta de Catalunya, donde es el director académico del Posgrado en “Smart Cities: Ciudad y Tecnología”.

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