Barcelona: ¿movilidad, industria y ciudad?

28 septiembre, 2015

Ya pasó. El Internet Of Things Solutions World Congress nos ha dejado. Nos ha dejado con un camino abierto y franco hacia la Smart City Expo World Congress el próximo noviembre. Todo en Barcelona, una vez más.

Uno se queda con la sensación de acumular acontecimientos relacionados con la tecnología. En un abrir y cerrar de ojos se marchó el Mobile World Congress en febrero y llegó el septiembre con este congreso que dará paso al noviembre con la fiesta de las ciudades inteligentes. Parece reiterativo, pero no lo es.

Congreso Internet of Things Solutions World Congress (16-18 septiembre 2015, Barcelona)
Imagen del Congreso Internet of Things Solutions World Congress (16-18 septiembre 2015, Barcelona)

La constatación que hoy en día Barcelona es un centro básico en el panorama internacional a la hora de poner en valor lo que se denominan tecnologías de la información y comunicación (las famosas TIC) parece evidente. Pero, ¿realmente estamos diversificando?

A ojos de los profesionales, los expertos es obvio que sí, aunque a veces paseando por los espacios de exposición, o asistiendo a las conferencias y diálogos, parece que siempre se esté dando vueltas sobre un mismo eje.

Creo que es hora definitiva de diversificar en el sentido de diferenciar. Existe la posibilidad cierta de convertir a Barcelona en el epicentro que todo el mundo desea, extendiendo estos eventos más allá del ámbito profesional. El Mobile World Congress es una apisonadora enorme, pero debe de centrarse en la innovación y la modernidad, sin comer el terreno industrial que el IoTS debe de ocupar, que, a su vez, no puede interferir en la gran apuesta de Barcelona por una mejor ciudad (llámese “smart city” o llámese “ciudad colaborativa”, da igual).

Tenemos la oportunidad entre todos de trascender al entorno profesional, de negocios, para llevar la innovación, la industria y los servicios para mejorar la calidad de vida del ciudadano, al terreno de todos las personas que viven, trabajan o simplemente disfrutan de la ciudad. Las diferentes soluciones, presentadas en cualquiera de los tres eventos referencia de un fantástico triángulo de éxito y posibilidades, deben de llegar a la población definitivamente.

Creo sinceramente, que se debería de apostar por la deslocalización parcial de estos eventos: llevar –como ya se inició- el “mobile” a los barrios apostando por las soluciones tecnológicas de movilidad que posibilitan la mejora de la atención social, o de la mejora de las posibilidades en el campo de la educación; aprovechar el IoT para desarrollar comunidades de desarrollo de por ejemplo hardware libre o software libre para la industria, acercando las grandes corporaciones a la industria local y aprovechando proyectos como los Ateneos de Fabricación para impulsar la impresión 3D de piezas industriales, o la robótica aplicada para la mejora de los procesos de producción de las pymes. Creo que deberíamos acercar el Smart City World Congress a los centros educativos de los barrios, posibilitando mesas de diálogo dónde algunos expertos, profesores y los grandes protagonistas –los más pequeños y pequeñas- puedan no sólo aprender y comprender cómo el uso responsable de las tecnologías puede beneficiar el desarrollo de las ciudades en todos sus aspectos, sino que también se pueda debatir abiertamente entre todos si realmente nos equivocamos o no en la concepción de éstas.

Creo que es el camino: ya es hora de desmitificar y vaciar de ideología el uso de las TIC. Es hora de normalizar su integración en la sociedad, como se ha hecho con todas las tecnologías. Es hora de extraer de la zona del confort profesional esta discusión y entregarla a la gente.

Quizás lo más interesante de todos estos acontecimientos, al final de su realización, sea el debate abierto en torno a estos temas que sesión tras sesión se abre. Obviamente las soluciones presentadas –cada vez más numerosas pero cada vez más reiterativas- son objeto de atención, pero resulta evidente que este enfoque debe evolucionar hacia una especialización y como he dicho una deslocalización respecto de sus destinatarios. El enfoque del IoTS debería marcar la diferenciación situándose en el plano industrial.

Este, el plano industrial, es una de las grandes asignaturas pendientes de desarrollar. La industria concebida como el gran campo dónde las TIC deben y pueden mejorar los procesos de producción y a la vez la nueva industria más cercana a las personas, a través de los nuevos avances en hardware y en software.

Eduard Martín Lineros es Vicedecano en Sociedad del Conocimiento del COEINF (Colegio de Ingenieros en Informática de Barcelona), Director de Innovación, Sociedad del Conocimiento y Arquitecturas TIC del iMi-Ayuntamiento de Barcelona. Es tutor del Postgrado «Smart Cities: ciudad y tecnología» de la UOC.

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