C’s o no C’s

15 abril, 2013

La discusión sobre la contribución del director de informática a la estrategia de la empresa y su relación con el negocio se hace a golpe de encuesta y con una cierta emocionalidad, no es contradictorio. Entre las más recientes, os recomiendo la que hace anualmente la revista CIO, una de la  firma Ernst & Young (los auditores vuelven a hacer negocio con la consultoría, o lo intentan, después de Enron) y, entre nosotros, una de Setesca que nos puede servir para comparar la situación local con lo que pasa «fuera».

La primera conclusión, que no es menor, es que las cosas no han cambiado o cambian muy poco a poco. Globalmente, algo más de un tercio de los directores de informática del mundo reportan al director general, según las de CIO o Gartner, donde el peso de la opinión americana es mayor. Según E&Y, donde la composición de firmas europeas es más relevante, son la mitad. Este porcentaje (alrededor del 17%) es coincidente con el de Setesca para España. O lo que es lo mismo, como hemos dicho hace poco, los directores de informática no están en el primer nivel ejecutivo, no son C’s, lo cual en principio no es ni bueno ni malo. Según E&Y a la mayoría de los directores de informática (un 64%) ésto ya les va bien y están contentos con su papel. Pero según Setesca, en España, el 85% de los encuestados no recomendaría su profesión a sus hijos y amigos (glups…).

En España, dice Jordi Damià, en una recesión sobre la encuesta, «la visión del departamento de informática que tienen los altos directivos es la de ser un centro de coste, en primer lugar, y, en segundo lugar, ser un departamento cuyo principal valor, es el gestionar la telefonía y el correo electrónico (…), mientras que solamente un 15% ve a la informática como una herramienta competitiva». No es muy distinto en el resto de Europa. Quizá en Estados Unidos es un poco diferente.

Las encuestas de E&Y y Setesca me parecen interesantes por más europeas y quizá porque  se pregunta a las dos partes (directivos de negocio y de informática) y al mismo tiempo las mismas preguntas. Los informáticos se quejan de que su contribución debería ser más estratégica y que no pueden hacer más porque no tienen dinero. Los de negocio se quejan de que los informáticos gastan mucho, no entienden el negocio ni comunican bien y al final contribuyen poco (E&Y). En fin, un clásico.

Sin embargo, para mí, los datos más asombrosos aparecen cuando se pregunta cuál es la mayor barrera que limita la efectividad del rol del CIO. Unos y otros coinciden agregadamente (un 38% de los CIOs y un 35% de los no-CIOs) en que esto pasa por la falta de soporte de los ejecutivos (E&Y). Pero los ejecutivos son ellos, ¡¿no?!

Aún más:  la mayoría de los entrevistados no saben por qué ocurre ésto (¡oh, misterio!) y esta resulta ser la contestación más frecuente entre los ejecutivos de negocio en un set de respuestas abiertas; o sea, un 40% de los ejecutivos de negocio no saben cuál es la causa que limita la efectividad del director de informática y en el no saber coincide un 23% de los directores de informática. ¡Es tremendo! ¿A dónde van los C’s todos juntos?

Por mi parte, ya he avisado alguna vez del riesgo de los discursos plañideros desde el lado de los informáticos y gestores de la informática. En el fondo, cada empresa tiene la informática que se merece o que ha elegido. Si ha elegido bien, habrá entendido si las TIC son o no estratégicas y «centrales» en su negocio (no lo son siempre ni igual ni para todo el mundo) y cómo debe gobernarlas.

Nota: La gráfica de hoy es el célebre cuadro de Cupido y Psiche, de François Gérard (1770-1837, no es el futbolista), una representación clásica del amor y la desconfianza, o de la desconfianza en el amor.

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Autor / Autora
José Ramón Rodríguez
Profesor de Dirección de Sistemas de Información, Gestión de Proyectos y Business Intelligence de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC y consultor de empresas independiente.
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