La llegada de los robots humanoides

8 marzo, 2012

Recientemente, en los UOC hemos recibido la visita de una empresa francesa (Aldebaran Robotics) que nos ofreció una interesante charla sobre los robots humanoides. El evento sirvió para que nos presentaran el NAO, un nuevo robot con unas capacidades motrices más que notables. Durante la sessión también nos acompañaron nuestros expertos de la Asociación de Robótica de la UOC. Esta visita nos sirvió para hacer unas reflexiones sobr el estado del arte de la robótica y sus futuras aplicaciones.

NAO un modelo de robot humanoide — El robot NAO en posición de reposo.

La palabra Robot tiene su origen en un libro clásico de Karel Capek, RUR (Robots Universales Rossum). En ella se hacia referencia a estos ayudantes como robota, palabra que en checo significa trabajo forzado o esclavo. La robótica es una disciplina poco presente en nuestros planes de estudio, aunque probablemente sea una salida profesional y empresarial con mucho futuro a medio o largo plazo. Actualmente se ha avanzado mucho en la investigación en este campo, y se está invirtiendo mucho dinero en el diseño de robots humanoides como asistentes personales. La pirámide de edad de la población se está invirtiendo y parece obvio pensar que pronto necesitaremos máquinas que hagan nuestra vida más confortable. Pero, asumiendo que necesitaremos robots, ¿por qué humanoides?

La actual generación de fabricantes lo tiene muy claro. Los robots pasarán a ser un producto de masas cuando se puedan integrar en el mismo medio donde vivimos los humanos. Por ejemplo, sería mucho más sencillo desplazar un robot con ruedas, pero entonces no podría llegar a entornos donde aparezcan escaleras u obstáculos. Para ayudar levantar una persona sería mejor usar un robot grúa, pero éste no podría cocinar o prepararnos la mesa. El formato que mejor se adapta a nuestro entorno es el humanoide, puesto que el entorno ha sido diseñado por y para el ser humano.

Otra interesante conclusión que los años de experiencia nos han enseñado consiste en la importancia del aspecto del robot. Para ser aceptados por el gran público, los robots deben tener un aspecto y un comportamiento “humano”, e integrarse en nuestro entorno. Esto significa que el robot debe tener muy claro con quién está interactuando (nos debe reconocer), debe tener un modelo de nuestras necesidades, debe poder planificar sus acciones con nuestra actividad en el centro del foco y debe interactuar con nosotros usando nuestras propias interfaces: el lenguaje natural, la visión o el gesto.

De la presentación del robot NAO podemos sacar dos conclusiones claras: (1) Desde los primeros robots con ruedas, pasando por los Aibo, hasta llegar a los NAO, se ha avanzado muchísimo. Para muestra un botón, NAO ya es actualmente la plataforma oficial de la RoboCup Soccer, y las previsiones más optimistas de sus creadores apuntan que en el 2050 años podremos ver un equipo de robots que compitan contra un equipo de futbol humano. Y (2) estamos aún muy lejos de tener un comportamiento humanoide de alto nivel. La vertiente de IA, Planificación, Modelado y Visión están aún poco maduras para su aplicación en entornos reales, y la capacidad de los robots para crear y generar contenidos es un trabajo pendiente para futuras generaciones.

Entonces, ¿qué podemos hacer ahora mismo? Actualmente NAO puede caminar autónomamente, protegerse ante eventuales caídas, reconocer el habla (mediante un subconjunto del vocabulario) y realizar un amplio abanico de acciones programables mediante una API intuitiva y rica. La plataforma ofrece además un completo entorno de simulación y programación visual, y está especialmente pensada para el sector de la investigación.

En definitiva, los robots humanoides ya están aquí, y han venido para quedarse.

David Masip es profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC. Dentro de los Estudios, es el coordinador de innovación docente y el responsable de las asignaturas de inteligencia artificial. Su actividad de investigación se centra en temas de visión por computador y aprendizaje computacional.

Referencias: