¿Los robots nos dejarán sin empleo?

10 marzo, 2016

Desde hace años, la ciencia ficción ha pronosticado que en el futuro los humanos no necesitarían trabajar: los robots realizarían la mayoría de actividades. Y el problema del futuro es que tarde o temprano acaba convirtiéndose en presente. Y este escenario, en principio idílico, esconde una reflexión más profunda: ¿cómo nos ganaremos la vida si no trabajamos?

«The last job on earth«. Fuente: The Guardian

Históricamente, la evolución de la tecnología ha hecho desaparecer puestos de trabajo, al mismo tiempo que ha creado otros nuevos. Por ejemplo, el coche dejó en el paro a jinetes y criadores de caballos, pero al mismo tiempo generó empleo para conductores y mecánicos. Internet amenaza con dinamitar industrias como el cine, la televisión, las editoriales o los periódicos en papel, al tiempo que construye nuevos canales y modelos de negocio para generar, difundir y consumir cultura y entretenimiento. Visto así, todo parece business as usual, quejas de alarmistas preocupados por la tecnología y prediciendo catástrofes tecnológicas que nunca se llegan a cumplir.

El problema del momento actual es que se prevé que a corto-medio plazo pueden desaparecer una gran cantidad de los empleos que existen en la actualidad. Concretamente, la previsión de los expertos es que un 50% de todos los puestos de trabajo puedan ser automatizados en un plazo de 30 años. Estas previsiones (optimistas o alarmistas según se mire) están motivadas por los avances en inteligencia artificial y robótica. Los coches autónomos podrían dejar sin empleo a los conductores y transportistas, los drones podrían acabar con el negocio de correos y mensajería y los robots…. Los robots podrían continuar acaparando los trabajos en fábricas, además de realizar gran variedad de trabajos manuales o incluso el cuidado de enfermos o personas mayores. Por último, la mayor capacidad de las IAs les permiten realizar trabajos de tipo más intelectual, como el periodismo, la medicina, el derecho, … Ya existen robots que automatizan las tareas de un secretario, gestionando correo y programando reuniones.

Al menos tienen sentido del humor. Fuente: DIlbert
Al menos tienen sentido del humor. Fuente: Dilbert.com

Hasta ahora, una de las limitaciones de los robots siempre ha sido su uso fuera de entornos controlados. Es decir, es muy sencillo sacar a los robots de su zona de confort y situarlo en un contexto donde no sepa cómo actuar. Sin embargo, esta limitación está desapareciendo progresivamente. Por ejemplo, la segunda generación del robot Atlas, de Boston Dynamics, es un robot humanoide que puede moverse por entornos reales con toda su complejidad (obstáculos, suelo irregular y resbaladizo, cambios en las condiciones del entorno, …). Otro robot, Cheetah del MIT,  es un cuadrúpedo con forma de guepardo capaz de correr a 20 km/h y superar una pista de obstáculos. Por otro lado, los drones también están mejorando su maniobrabilidad y su capacidad para esquivar obstáculos.

Sin embargo, antes de alarmarnos por la posibilidad de perder nuestros empleos, debemos considerar que la automatización también comportará la creación de nuevos puestos de trabajo que actualmente no existen, como pueden ser los mecánicos de drones. Se afirma que entre el 30 y el 75% de los oficios y profesiones futuras todavía no existen. Puede sonar extraño, pero pensemos en cómo explicaríamos trabajos como «community manager» o «experto en experiencia de usuario en dispositivos móviles» a alguien del año 1990.

De todas formas, se avanza que posiblemente no se crearán tantos puestos de trabajo como se destruyan. Aunque algunos empleos pueden ser más difíciles de automatizar que otros, ningún sector está totalmente exento del riesgo de automatización. Por todo esto, los expertos recomiendan a la sociedad que se plantee cómo deberían ocupar su tiempo las personas cuando los robots hagan gran parte del trabajo. Un posible riesgo en este proceso es el crecimiento de la desigualdad social: la riqueza que generen los robots… ¿la acumularán sus propietarios o se distribuirá de forma equitativa dentro de la sociedad? Así pues, la pregunta clave va ser: ¿quién será el propietario de los robots?

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Autor / Autora
Robert Clarisó Viladrosa
Comentarios
Diego10 marzo, 2016 a las 12:21 pm

Sería bueno que la UOC se planteará un postgrado relacionado con temas como: robótica, automática, sistemas embebidos, visión por computador, intelegencia artificial, etc. Visto lo visto, parece claro que va a haber demanda de personas con estas capacidades. Aunque existen dos Másteres que tocan algunos de estos temas (informática y telecomunicaciones), ambos me parecen generalistas. Un postgrado especializado en este área sería, desde mi opinión, muy apropiado.

Gracias por el artículo!

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    robert10 marzo, 2016 a las 10:11 pm

    Muchas gracias por la sugerencia, Diego.

    Respecto a los temas que comentas, la UOC participa en el Máster interuniversitario en Visión por Computador, junto con la UAB, UPC y UPF. Quizás puede interesarte.

    El resto de temas los tenemos en cartera y quizás pueda darte buenas noticias en el futuro.

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Carlos12 marzo, 2016 a las 9:00 pm

Sería muy interesante que la UOC ofertara un grado en matemáticas aplicadas, ya que son la base de todas estas tecnologías.

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    robert13 marzo, 2016 a las 11:16 pm

    Muchas gracias por la sugerencia, Carlos. La tendremos en cuenta.

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Antonio23 abril, 2016 a las 5:02 pm

Espero que no sea tan drástico. Los robots hace tiempo que nos acompañan sobre todo en fábricas y, en Alemania, ahora están volviendo a contratar más personal humano porque dicen que una persona es capaz de aprender una función en segundos mientras que eso mismo transladado a robots no es tan sencillo. Los robots tendrán su hueco entre nosotros pero como complemento..

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