Y el software nació libre…

19 diciembre, 2013

De la misma forma que los niños del siglo XXI no conciben que se pueda crear un documento sin un ordenador, que una pantalla no sea táctil o que el teléfono, además de para hablar, no sirva para jugar o navegar, tampoco le extraña a nadie que tengas que pagar por un juego o un programa de ordenador.

Uno de los aspectos menos conocidos de la historia de la informática, sin embargo, es que pagar por un programa de ordenador no era lo más normal al principio; más bien lo contrario, era la excepción.

En los inicios de la informática, los esfuerzos principales se centraban en el hardware. Si no había ordenador, no había nada. Los ordenadores eran muy caros de construir y muy caros de adquirir. Evidentemente, para que una corporación quisiera adquirir uno, éste debía servir para algo más que para ocupar espacio, por lo cual todo el software estaba incluido y era absolutamente gratuito.

IBM 701, cuando todo el software era gratuito - Fuente: Wikipedia, Licencia: CC BY 2.0
IBM 701, cuando todo el software era gratuito – Fuente: Wikipedia, Licencia: CC BY 2.0

En 1955 se fundó SHARE, un grupo de usuarios del mainframe por excelencia en aquella época, el IBM 701, dedicado a la noble labor del intercambio de todo lo que tenía que ver con el software y los lenguajes de programación para ese ordenador. Lo más sobresaliente es que, por aquella época, IBM distribuía todo su software junto con su código fuente, y los programadores podían a modificar y mejorar el código libremente. Los miembros de SHARE compartían el código modificado entre ellos, potenciando de esta forma el propio hardware. De esta forma, el código original no sólo era evolucionado por IBM si no por sus propios usuarios de acuerdo a sus necesidades, sin esperar a que IBM les hiciera caso en sus peticiones.

Durante la década de los 70, sin embargo, los ordenadores se fueron haciendo cada vez más populares en las empresas y su precio fue cayendo consecuentemente. Adquirir uno era cada vez más fácil y había más competencia. Al mismo tiempo, el software empezó a adquirir cada vez más relevancia. Estos factores hicieron que IBM cambiara su política comercial: algunos programas dejaron de ser gratuitos y pasaron a distribuirse de manera independiente al hardware. A partir de este momento, el software se fue convirtiendo en el rey. Este cambio de política comercial vino acompañado de un cambio en las licencias de software. En un principio se hizo más difícil acceder al código fuente, y poco después pasó a ser totalmente imposible. Por supuesto, se dejó de permitir el intercambio de las modificaciones realizadas sobre el código fuente original.

Como podemos ver, por tanto, el software ha vivido un viaje de ida y vuelta. Comenzó libre, se convirtió en privado y ha vuelto, en parte, a sus raíces originales. Esperemos que los niños de años venideros consideren también el software libre algo tan natural como tocar la pantalla de una tableta.

Mario Gómez Molina es tutor y consultor del Máster Universitario en Software Libre de la UOC. Es además Project Manager de la consultora VASS y dispone de más de 16 años de experiencia trabajando en el mundo de las tecnologías de la información en proyectos de alta complejidad para grandes clientes.

(Visited 19 times, 1 visits today)
Autor / Autora
Comentarios
Miguel16 febrero, 2014 a las 6:47 pm

El software libre es el futuro, cada vez monopolios informaticos tienen menos fuerza. Ahora sí esta evolucionando la informática. Enhorabuena por el artículo. Saludos

Responder
Deja un comentario